El camino agridulce del street food en Barcelona

Come Calles analiza el avance del street food en Barcelona

Por Mercedes Sánchez

En el último año, el auge del street food ha cautivado al público, organizadores de eventos y empresarios de Barcelona que con ganas de participar de esta tendencia, ya incluyen en su programación a la gastronomía callejera. Pese al éxito de este sector, son muchos los fallos que se presentan hoy y Come Calles los reúne en este artículo de investigación.

Aunque el street food lleva casi un siglo en las grandes urbes de Estados Unidos, el Reino Unido o países asiáticos, lo cierto es que en España es un sector nuevo y la aparición masiva de los food trucks en la gastronomía española en el último año, ha dado paso a un mercado atractivo para el público de las grandes ciudades y un concepto innovador a la hora de crear un evento en el que muchos quieren participar sin aún tener tiempo de estudiar la realidad de este llamativo mercado gastronómico.

Come Calles en el último año ha asistido a la mayoría de festivales, encuentros, mercados, ferias y eventos que reúnen esta nueva tendencia en Cataluña y además de acompañar a los representantes del street food, también ha ido informando de sus recorridos, evolución y principales características, explicando paso a paso porque el street food se convierte en un nuevo fenómeno de la restauración española.

Ahora a Come Calles, le toca evaluar los fallos repetitivos que los eventos están cometiendo y como consecuencia describir los daños y perjuicios que se generan hoy, en el movimiento del street food de la ciudad.

El street food de Barcelona requiere nuevas estrategias.
El street food hace parte de los principales eventos de Barcelona hoy pero sigue estando presente en recintos privados y en eventos específicos.

Lo cierto es que a pesar del auge de esta tendencia y el trabajo de muchos expertos culinarios para profesionalizar la comida callejera. El street food sigue siendo un fenómeno que en España está obligado a instalarse en recintos privados y con la participación de organizadores de eventos que sólo en Barcelona han logrado unir la gastronomía callejera con el vintage, la moda, fiestas privadas, la venta de segunda mano, antigüedades, teatro, música y macro eventos.

El street food de Barcelona ha logrado que hoy no haya evento público o privado que no cuente con un food truck y que las principales ciudades de España acudan a los servicios de los expertos gastronómicos callejeros de Cataluña, para dar apertura a esta tendencia en sus comunidades y esto ya es un paso muy importante en este sector.

LOS PRECIOS SUBEN Y LAS PERDIDAS TAMBIÉN

En Barcelona hoy se puede asociar perfectamente al street food con convocatorias como Eat Street, Palo Alto Market, Van Van Market, Demanoenmano, VintageinBarcelona, White Summer, Happy Food Trucks, Lost and Found Market, Vermut Solidario, Piknic Electronik BCN, DGTL , CruillaAll Those food market, Food Trucks Route y REC Store, entre otros.

Lo que queda claro es que cada día son más los eventos que se unen al street food y si tenemos en cuenta, que los food trucks y el street food aún no pueden depender de sí mismos sino de las reglas que estipulen los organizadores de los eventos. Lo cierto es que el aumento de estas citas en Cataluña, han llevado entre otras cosas a incrementar costes, especular precios y disminuir las garantías de éxito de cada convocatoria.

El éxito del street food
En el street food hay que seguir trabajando con ingredientes frescos y de calidad y así evitar que la esencia de esta tendencia se pierda en el camino.

Son los organizadores los que han estipulado los precios de la asistencia de los food trucks y han generado las tarifas de la oferta y demanda. Tras ser conscientes de la consolidación de esta tendencia, desafortunadamente han llevado a Barcelona ha convertirse en una de las ciudades con más altos precios en España a la hora de participar en los eventos del street food.

El food truck en Barcelona paga sólo por su asistencia desde los 500 euros, siendo la tarifa más baja por un fin de semana y esta se incrementa desde los 1500 hasta más de 3000 euros por eventos que superan los dos días. A esta cifra, aún se le debe sumar el contrato de electricidad, parking, gastos extra, materia prima, gasolina, mecánico, remolques y muchas más áreas que se requiere cubrir para cumplir con una buena asistencia a los eventos.

Lo cierto es que esto suena bien cuando se te dice que tendrás un público masivo y que asistirás junto a un número reducido de food trucks, en un espacio amplio y en un evento bien promocionado y sin competencia en las mismas fechas pero la realidad hoy desafortunadamente, es otra.

Los food trucks y el street food no son decoración para llamar la atención de los eventos sino un servicio innovador y de gran calidad que ofrece la nueva gastronomía callejera y este es un concepto que muchos de los organizadores aún no han comprendido y muchos de los representantes del street food pueden ayudar a entender.

Esta popularidad también ha ocasionado que Barcelona genere cada fin de semana o en sus principales fiestas, eventos masivos llegando a desarrollarse hasta cuatro, seis o más citas con el street food en las mismas fechas y esto ha llevado a la especulación de precios a la hora de participar, perder la calidad de la materia prima en muchos de los food trucks para ahorrar costes y promover la poca asistencia en la mayoría de las convocatorias, perjudicando así el éxito de la cita gastronómica.

EJEMPLOS DEL DETRIMENTO DEL STREET FOOD EN BARCELONA

El street food de Barcelona requiere cambios
Los food trucks no son decoración de eventos del street food sino un servicio innovador y de gran calidad gastronómica que los asistentes deberían disfrutar. Sin embargo, es difícil ofrecer este mensaje si los organizadores también traen productos gratuitos a sus citas.

En las últimas citas de Come Calles con el street food debemos nombrar a Sou d’art , convocatoria en la que se ha destacado importantes fallos como ha sido el uso de un espacio muy limitado y no adecuado para reunir a veinte representantes del street food que no han contado con la asistencia masiva de público debido a las muchas citas que había alrededor de Barcelona o la escasa señalización por parte de los organizadores a la hora de conducir a los asistentes a su cita con la gastronomía callejera.

La promesa de famosos visitando food trucks o la presencia masiva de público fueron hechos muy lejos de la realidad y prueba de ello son las consecuencias de dicha cita.

Sus precios por la asistencia de los food trucks oscilaban desde los 550 euros según los food trucks y los 484 euros según la organización de Sou d’art que asegura haber realizado muchas ofertas especiales y que se rigen las tarifas con los precios del mercado actual de la ciudad.

Lo cierto es, que las pérdidas de los protagonistas del street food fueron muchas. Algunos de los asistentes llegaron a invertir en su asistencia entre 1500 y 3000 euros para obtener ganancias no superiores a 200 euros, lo que genera una grave pérdida en un negocio que se vende como productivo.

La calidad del street food esta en su mejor momento
Un food truck paga para poder ofrecer su mejor producto gastronómico y no para ser el centro de decoración de una cita del street food. Un concepto que aún no esta claro entre muchos organizadores de eventos.

Representantes de Sou d’art, aseguran que se contaba con todos los permisos y que esta ha sido su primera experiencia junto al street food en las cinco ediciones realizadas en la ciudad. Para la organización, el problema de la falta de público ha sido por coincidir con un gran número de eventos y presentarse en las mismas fechas en que Barcelona estaba pendiente de un partido de fútbol y de baloncesto.

Como consecuencia de las pérdidas no ha habido ninguna remuneración, devolución de dinero o ayuda y los representantes del street food siguen intentando reunirse y acordar un diálogo con la entidad.

Los asistentes a los eventos del street food deberían tener la oportunidad de conocer el nuevo producto que ofrece la gastronomía callejera y esto no podrá ocurrir si los organizadores de eventos ofrecen alimentos gratis o a costes inferiores a los que ofrece el food truck.

Una semana después hablamos de Barcelona Degusta, un evento que para permitir el acceso a los food trucks exigía el pago de 5 euros a los que había que sumar los precios de la comida, tarifas que no facilitaban el acceso fácil de familias numerosas o de asistentes por su alto precio.

Además de estas tarifas, habría que resaltar que una vez adentro, las primeras ofertas con las que se encontraban los asistentes era el pago de 2 euros por una parrillada solidaria junto a una copa de vino destinada a comedores sociales o el reparto gratuito de paella y caldo de la marca patrocinadora del evento Aneto. Dos Propuestas a las que el público no se resistía y que acumulaban largas filas mientras a los food trucks llegaban escasas personas, muchas preguntando por bebidas, un área que no se le permite a la mayoría de representantes del street food ya que es asumida por los organizadores o venta exclusiva de pocos.

A esto se le suma la cantidad excesiva de food trucks reunidos en el mismo evento que tienen que competir con los servicios gratuitos de grandes marcas y que pese a los altos costes por su asistencia entre 900 y más de 1500 euros, no han podido recaudar su inversión y menos obtener las ganancias esperadas en esta cita.

Lo cierto es que la falta de experiencia y el interés por participar de una tendencia que se vende como un gran éxito empresarial sumado a la falta de organización de los participantes del street food deja en el aire puntos importantes como un contrato mejor elaborado con las organizaciones, un seguro en caso de pérdidas o más claridad a la hora de aceptar la oferta que la organización asegura.

SE SUPERA LA CANTIDAD DE FOOD TRUCKS POR EVENTO

El incremento de food trucks en las citas del street food
En el último año el éxito del street food ha generado un incremento de food trucks que hoy superan el centenar sólo en Cataluña.

En los últimos meses Come Calles ha sido testigos del incremento de food trucks y representantes del street food, mientras hasta hace un semestre, sólo se contaba con cerca de sesenta vehículos hoy ya sumamos más de 120 sólo en Cataluña.

Este motivo ha propiciado que muchos eventos, incrementen el número de food trucks en sus citas con el street food llegando a convocar a más de veinte caravanas en un espacio reducido y muchas veces llegando a ofertar el mismo producto alimenticio en diferentes food trucks.

Esta situación genera pérdidas, pocas ganancias o competencia desleal entre compañeros mientras los beneficios por su participación por el contrario, se incrementan a favor de muchos de los organizadores.

Este es otro punto grave, que está llevando al detrimento de un buen servicio del street food ya que las ansias de participar de eventos públicos, estrenar food trucks y ser parte de la nueva tendencia, hace que los representantes del street food acepten a la ligera las propuestas de organizadores inexpertos en este campo o especuladores y que finalmente terminan por ser perjudiciales para el sector gastronómico.

El incremento de food trucks en las citas del street food también ha propiciado que muchos eventos sean poco exitosos por la saturación de estas caravanas en pequeños espacios y por la oferta repetitiva de sus productos.

QUE QUIEREN LOS PROTAGONISTAS DEL STREET FOOD

Para aprender de las experiencias, no perder la calidad y convertir esta tendencia en un sector económico rentable y con beneficio para todos, Come Calles recuerda la importancia de trabajar en el mejoramiento de puntos importantes descritos por los protagonistas del street food como son :

  • Realizar menos eventos relacionados con el street food en las mismas fechas.
  • Revisar precios de asistencia y evitar la especulación en las tarifas de los eventos.
  • Evaluar el número de food trucks asistentes en espacios pequeños.
  • No pagar por adelantado hasta conocer la zona donde se efectuará el evento, leer muy bien las condiciones que ofrecen, el dossier informativo del evento y aclarar toda clase de dudas que beneficien a los asistentes al evento.
  • Incentivar a los organizadores a crear espacios de reposo, sitios habilitados con mesas y sombrillas para asistentes.
  • Solicitar zonas comunes para limpiar sus utensilios, conservar frescos los alimentos y contar con espacios para almacenar los productos.
  • Empezar a trabajar en las compensaciones y garantías a la hora de cumplir el servicio.
  • Mirar el nivel de promoción de los eventos a los que se asiste para asegurar el éxito de la cita.
  • Solicitar hojas de reclamación antes del evento.
  • Seguir trabajando con ingredientes frescos y de calidad con productos de proximidad o provenientes de obradores. Crear recetas originales, sencillas y creativas, cocinadas desde dentro del food truck, al momento, frente al público y a pié de calle ya que es la clave del street food como marca.
  • Trabajar más en el mejoramiento de la contratación del uso de las potencias eléctricas para que los vehículos estén correctamente abastecidos.
  • Trabajar en equipo a la hora de participar en un evento ya que la organización de los food trucks también es indispensable para el éxito de los resultados.

El objetivo final de los participantes del street food es trabajar en su regulación, para que sea un camino distinto al de la venta ambulante.

El street food de Barcelona a medio camino
A favor del street food de Barcelona, tenemos grandes expertos culinarios que cautivan por la calidad y creatividad de sus platos y por su excelente atención al cliente.

La búsqueda de oportunidades para poder trasladar el street food a las zonas autorizadas, es un proyecto que se ha logrado ya en ciudades de Europa como Londres, Lisboa o París y para hacerlo posible aquí en Barcelona y España, es importante estar unidos, trabajar colectivamente y superar el camino de los errores que poco a poco vamos detectando en la nueva etapa que rige el street food de la ciudad.

La experiencia de este último año nos ha demostrado que trabajar aisladamente ha sido un camino abierto a la especulación de precios, saturación de eventos, disminución de la calidad de muchos de los productos y desmotivación del público del street food por la saturación de programas.

Es importante recordar que a favor del street food de Barcelona, tenemos grandes expertos culinarios, food trucks que cumplen con las principales normas de higiene, enorme capacidad para atender al público, el uso de materia prima de alta calidad, una región turística y con un buen clima para trabajar en la gastronomía callejera los 365 días del año.

Ahora solo queda mejorar, ser autocríticos, compartir experiencias y hacer un trabajo conjunto para superar los errores y avanzar juntos hasta lograr consolidar el valor del street food en los eventos y la regularización de los food trucks y el street food en Cataluña.

 Otros artículos relacionados:

Publicada el: octubre 5, 2015, por:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *